Tanto si es la primera vez que vas a subirte a un avión, como si ya has volado unas cuantas veces, hay una serie de cosas que deberías tener en cuenta:
- Relativo a la seguridad.
- El avión sigue siendo el medio de transporte más seguro. Según la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo), un pasajero que tomase un avión cada día tendría posibilidad de no sufrir ningún accidente durante 3.859 años.
- Según la Ley 209/1964 penal y procesal de la navegación aérea, cualquier pasajero que desobedezca una orden relativa a seguridad dada por la tripulación de vuelo, será multado.. económicamente y castigados con arreglo a lo dispuesto en el Código Penal. Así que ojito con las bromas “llevounabomba”, “Manolito_el_terrorista”…
- Pese a que lo consideres aburrido, es importante que prestes atención a las instrucciones de seguridad de la tripulación de vuelo, o en su defecto, a los videos de las demostraciones. Sí, es posible salir vivo de un accidente de aviación. La tripulación está preparada para evacuar el avión, sacar a los pasajeros, administrar primeros auxilios y preparada para la supervivencia en medios extremos. Aunque creas que ya sabes cómo ponerte el chaleco salvavidas, o qué es una despresurización de la cabina, no te cuesta nada atender a mis compañeros. La demo solo dura 5 minutos y puede ayudarte cuando menos te lo esperas.
- Si un tripulante te dice que no puedes llevar nada en una salida de emergencia, “nada” se refiere a NADA. Ni maletas, ni abrigos, ni carteras, ni bolsos…Lo hacemos porque sabemos cuáles con las complicaciones de una evacuación. Aunque a veces nos olvidemos de decírtelo, si estás sentado en una salida de emergencia, es probable que tengas que abrirla tú mismo si ocurre algo. Si no te sientes preparado para hacerlo en caso de que fuera necesario, díselo a un tripulante.
- En serio, no subas a los “bins”, “racks”, “armaritos” o como quieras llamarle, ningún recipiente que contenga líquido. Detrás de los bins se localiza todo el sistema eléctrico del avión. Si se derramase líquido podríamos tener serios problemas.
- Fumar en el lavabo es un delito. Y no solo eso, sino que pones en riesgo la seguridad del vuelo. No es que hayamos emprendido una cruzada contra los fumadores, pero te aseguro que un fuego a 11 mil metros del suelo es el peor de los enemigos a bordo. Aunque creas que la colilla está bien apagada, hemos tenido muchos sustos con este tema. El fuego se propaga muy rápido en un avión; ten en cuenta que el baño es sumamente pequeño y el fuego alcanza rápidamente la moqueta del avión, las cortinas, los asientos…además, llevamos botellas de oxígeno a bordo y el fuego haría que explotasen acelerando todavía más la combustión.
- Si te decimos que mantengas el cinturón de seguridad abrochado hasta que la señal se apague, no es por capricho. Incluso cuando el avión ya ha aterrizado y va rodando camino al parking, pueden pasar muchas cosas que hagan que tengamos un frenazo brusco. Si no tienes el cinturón abrochado, te darás un golpe tremendo contra el asiento que tienes delante. Si estás de pie en el pasillo, ten por seguro que acabarás en el suelo. Por mucho que te desabroches el cinturón o que seas el primero en levantarte, no vamos a abrir antes las puertas, ni vas a salir antes del avión.
- ¿De verdad tienes que encender el móvil en cuanto el avión toca pista? Los dispositivos electrónicos tienen que estar apagados en las fases de despegue y aterrizaje, y sabes que el móvil estará siempre desconectado hasta que las puertas no estén abiertas. En altitud de crucero no puedes hacer llamadas, no tienes cobertura; sin embargo, si te piden que lo tengas apagado, apágalo! Si eres de los que lo enciende durante el rodaje, sé un poquito más paciente…tienes tiempo de decirle a la gente que ya has llegado, incluso cuando estés bajando por las escalerillas de avión. Móviles desconectados, por favor…
- No toques el material de emergencia. No nos robes los chalecos, ni nos cortes los cinturones. Cada mañana nos pasamos casi media hora mirando que todo el material de emergencia del avión está ok. Chequeamos que los extintores funcionan (ahora ya sabes lo importante que es poder combatir un fuego a bordo), que las botellas de oxígeno están operativas (no solo para las despresurizaciones; el oxígeno también se administra con fines médicos), que tenemos de todo en los botiquines, que cada asiento tiene su chaleco salvavidas, que las linternas alumbran correctamente, que los megáfonos funcionan…no es por lo que cuesta el chaleco (que también, claro) sino porque puedes ser tu el que no tenga la bolsita amarilla del salvavidas cuando de verdad la necesitas.
- Localiza la salida de emergencia que tengas más próxima a tu asiento. En medio del caos de una evacuación, será importante que sepas de antemanos por dónde tienes que salir.
- Si te da miedo volar, hay muchas técnicas para sobrellevarlo, pero por favor, no te mates a copazos. Si llegas ebrio al avión pueden ocurrir dos cosas: que no te dejemos pasar si consideramos que eres un riesgo para la seguridad (y no porque vayas a hacernos nada, sino porque puedes entorpecernos en una emergencia), o que te dejemos pasar, te quedes dormido y no te enteres de lo que está pasando.
- Si tienes cualquier duda, pregunta a la tripulación. Cada día recibimos a pasajeros con pánico a volar, o que es la primera vez que se suben al avión…o incluso pasaje que lleva años volando pero que un día se deciden a preguntar por qué vuela un avión.
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